Descripción:
Para las empresas del sector alimentario, la determinación precisa de la vida útil de sus productos es esencial. Esta información no solo garantiza el cumplimiento de regulaciones actuales, sino que también asegura al consumidor que el producto es seguro y de alta calidad.
La utilización de métodos de ‘vida útil acelerada’ se ha destacado como la forma más rápida de estimar la duración de un producto. Estos métodos permiten anticipar la evolución del producto bajo condiciones habituales de almacenamiento y distribución, modificando parámetros críticos como la temperatura, la humedad y la luz a través de modelos predictivos.
La experiencia significativa de nuestra empresa, especialmente en productos a base de cereales, ha resultado en resultados altamente satisfactorios. La vida útil de un alimento, definida por la regulación de la UE 1169/2011, se mide en términos de características físico-químicas, microbiológicas y sensoriales aptas para el consumo.
Nuestro Servicio:
Ofrecemos dos métodos de estimación de vida útil: el estudio de vida en tiempo real y el estudio de vida útil en condiciones aceleradas.
Este último se basa en modelos predictivos como el Factor Q10 y el modelo de Arrhenius, permitiendo estudios más cortos y rápidos. Evaluamos la estabilidad microbiológica, aplicando ajustes leves a las condiciones de almacenamiento para reducir los márgenes de error.
La evaluación acelerada de la vida útil ahorra tiempo y es útil para validar procesos, verificar cambios en formulaciones y prevenir reclamaciones de productos. Nuestra experiencia se ha centrado en productos a base de cereales, pero se ha extendido a campos como la carne, obteniendo resultados de equivalencia satisfactorios.
Nuestro Valor:
La experiencia acumulada nos ha permitido establecer equivalencias adecuadas para una variedad de productos, reduciendo los márgenes de error mediante ajustes leves a las condiciones de almacenamiento.
Aunque nuestra especialización se centra en cereales, nuestra capacidad se extiende a otros productos, adaptándonos a los parámetros específicos de cada caso en términos de evaluación físico-química, microbiológica y sensorial.